La diferencia entre el hormigón (simple) y el hormigón armado radica en la presencia de una armadura de refuerzo.
Hormigón
El hormigón simple, que consiste en la mezcla convencional endurecida de gravas, arenas, cemento y agua, es un material de construcción que pese a poseer una elevada resistencia a los esfuerzos de compresión, presenta debilidad ante esfuerzos de tracción (tensiones) y esfuerzos cortantes.
Con el fin de hacer al hormigón un material adecuadamente resistente para fines estructurales, es decir, capaz de resistir tanto esfuerzos de compresión como de tracción y de corte (y momentos de fuerza flexionantes y torsionales), se introduce una armadura en el material durante su estado fresco.
Esto hace que las tensiones sean controladas y resistidas por el material de la armadura, el cual principalmente debe poseer una alta resistencia a las tensiones y cortantes.
Si quieres saber más, aquí tienes un artículo más completo sobre el hormigón.
Hormigón armado
Al hormigón que posee una armadura interna se le conoce como hormigón armado.
El material predilecto para constituir la armadura es el acero, debido a que este posee una notable compatibilidad fisicoquímica con el material principal, especialmente en lo que respecta a dilatación térmica.
Hay 3 tipologías de armaduras para el hormigón:
Hormigón armado con barras estriadas: las cuales son dispuestas de forma longitudinal y transversal, y son unidas mediante amarras.
Hormigón armado con mallazo de barras finas unidas mediante electrosoldaduras: conformando una extensa red de filas y columnas.
Hormigón armado con fibras: fibras de diferente naturaleza para armar o reforzar al hormigón, las cuales pueden ir combinadas con las armaduras de barras estriadas o de mallazo electrosoldado, otorgándole mayor resistencia tensional y control de agrietamiento al hormigón.
Si quieres saber más, aquí tienes un artículo más completo sobre el hormigón armado.