Depende de la intensidad y duración de las lluvias.
Siempre que se vaya a realizar un vertido es conveniente conocer el pronostico metereológico.
Si la lluvia es de poca intensidad, se puede realizar el vertido pero tomando precauciones, como reducir las proporciones de cemento y agua de la mezcla y colocar una lona de plástico u otro material similar sobre (sin contacto) el hormigón.
Las lluvias de poca intensidad solamente afectan al acabado superficial del hormigón. No altera su resistencia.
En cambio, las lluvias de alta intensidad si compromenten a la mezcla, desplazando la arena y cemento y exponiendio las gravas y las armaduras de refuerzo,
Por tanto, en caso de lluvias intensas lo más recomendable es suspender el vertido del hormigón, y cubrir los elementos estructurales de hormigón que han sido vaciados, especialmente si estos no han fraguado.
El efecto de cualquier tipo de lluvia sobre elementos estructurales de hormigón que ya han fraguado es minúsculo, ya que se encuentran en las primeras etapas del estado endurecido, incluso, el agua precipitada puede contribuir a un mejor curado del hormigón en cuestión.
Si quieres saber más, en este artículo tienes una información más completa sobre el hormigón.