En este artículo sobre juntas de hormigón, obtendrás información completa de todo lo relacionado con este elemento constructivo y sobre los diferentes tipos de juntas.
Para entrar en materia, lo primero es conocer el papel que juegan las juntas en el hormigón.
Las juntas en el hormigón son elementos constructivos que regulan el agrietamiento de este.
Este agrietamiento se origina a raíz de las diferentes tensiones que se van desarrollando en toda la extensión de la masa de hormigón.
La importancia de las juntas en el hormigón no se debe a que eviten el agrietamiento, sino al hecho de que lo controlan. Por ello, necesitan ser ubicadas y planificadas correctamente en el hormigón, así como también necesitan de un plan de mantenimiento industrial y de reparación periódico.
¿Qué son las juntas en hormigón?
Básicamente, las juntas son grietas que se planifican en el hormigón, las mismas se manifiestan representando una interrupción en la superficie. Generalmente, son construidas mediante procesos de corte, conocidos como corte temprano en seco o aserramiento y corte convencional húmedo.
Las losas de gran espesor requieren de cortadoras (sierras), las cuales tienen discos dentados abrasivos o de diamantes. En soleras se emplean amoldadores angulares con discos de diamantes.
Asimismo, las juntas entre elementos estructurales se establecen mediante tiras de poliestireno, las cuales son cortadas por cutters.
Las juntas absorben las deformaciones que producen las expansiones y contracciones del hormigón. Aunque también se planifican para controlar las originadas por movimientos estructurales, así como las causadas por sismos, aunque en menor proporción.
¿Por qué necesitamos juntas en el hormigón?
Durante su vertido, el hormigón queda expuesto a factores externos que influyen en su proceso de fraguado y en su volumen. Esto provoca que el hormigón cambie en ciertas áreas, ya sea perdiendo agua de mezclado, expandiéndose o contrayéndose.
Durante las expansiones y contracciones, el hormigón acumula tensiones que causan agrietamiento aleatorio en toda su masa. Esto es algo inevitable y natural en el hormigón, pero, se puede minimizar gracias a las juntas en el hormigón.
No obstante, las juntas en el hormigón son necesarias, ya que permiten establecer separaciones entre secciones de losa (o solera), cuando se han de suspender las actividades de vertido programadas, posibilitando la correcta continuación de los procesos constructivos.
Tipos de juntas de hormigón
Los tipos de juntas de hormigón se dan en función a la acción o movimiento que controlan.
Como recién hemos explicado, el hormigón está sometido a contracciones y expansiones, por lo que a cada una de estas acciones le corresponde una junta en específico. Asimismo, los desplazamientos estructurales necesitan sus respectivas juntas.
En conclusión, tenemos tres principales tipos de juntas de hormigón, los cuales son:
Juntas de dilatación de hormigón
Las juntas de dilatación, también llamadas juntas de expansión, se caracterizan por impedir el aplastamiento y distorsión entre elementos contiguos, causadas por las fuerzas de compresión detonadas por la expansión del hormigón.
La expansión del hormigón más allá de ser originada por cambios de temperatura, puede ser inducida por cargas aplicadas, movimientos diferenciales de elementos estructurales y por las condiciones del terreno.
La función básica de las juntas de dilatación es aislar a los elementos estructurales. Esto es, con el objetivo de restringir las interacciones y minimizar el agrietamiento. Por ejemplo, gracias a ellas es posible independizar los movimientos de losas, muros, pilares, etc.
Este tipo de junta es construido mediante cortes en el hormigón, los cuales son sellados con un material compresible, como el elastómero.
Juntas de contracción en hormigón
Denominadas también como juntas de retracción, se encargan de reducir el agrietamiento aleatorio causado por la retracción hidráulica del hormigón. Por lo que son colocadas tanto en el eje longitudinal como el transversal del elemento estructural.
Las juntas de contracción son necesarias en elementos planos y de poco espesor, como losas de pavimentos, paredes, entre otros. Además, requieren de un espacio adecuado para poder controlar efectivamente al agrietamiento.
Son construidas estableciendo tiras en el hormigón fresco, o mediante el corte y relleno de ranuras en el hormigón.
Juntas de construcción en hormigón
La función de las juntas de construcción es unir elementos de hormigón que fueron vertidos en tiempos diferentes.
Las juntas de construcción requieren de cálculos precisos para determinar sus ubicaciones en la superficie del elemento. Esencialmente, estas deben estar ubicadas donde provoquen el menor debilitamiento de la estructura.
Una junta de construcción debe destacar por su regularidad y su suavidad superficial, siendo capaz de anular los efectos de desnivelación por la presencia de agregados gruesos (grava).
Aquí puedes leer algo más sobre este tipo de juntas.
Sellado y acondicionamiento de juntas
Con las juntas definidas y cortadas en el hormigón, existen tres métodos para finalizar su construcción:
El primero consiste en conservar las juntas abiertas, lo cual no es recomendado en pavimentos de uso industrial, especialmente si estos están sometidos a constantes repeticiones de carga por montacargas.
El segundo método comprende el relleno de las juntas, el cual básicamente es un sellado de juntas en pavimentos profundo en la ranura del corte. Este acondicionamiento es conveniente para pavimentos sometidos a tráfico pesado, con presencia mayoritaria de vehículos con ruedas sólidas.
Por último, el tercer método se basa en el sellado convencional de juntas, el cual se diferencia del anterior por sellar parcialmente la ranura del corte, y por usar materiales sellantes de menor dureza.
El sellado parcial de juntas es recomendado para pavimentos con tráfico relativamente ligero, en donde la mayoría de los vehículos posean ruedas neumáticas.
Las juntas de pavimentos industriales requieren de un buen sellado, ya que el constante tráfico de maquinaria y el desgaste causado por la actividad industrial, puede acelerar el deterioro y requerir de una recuperación del pavimento antes de llegar a males mayores.