La utilización de hormigón es elemental en la construcción, siendo el material por excelencia en cualquier obra. El hormigón fresco, al fraguar y endurecer, adquiere mucha resistencia, por lo que aporta durabilidad y rigidez a las estructuras.
Asimismo, es muy versátil, porque se adapta a las especificaciones de cualquier obra.
Sin embargo, en este artículo, os vamos a hablar sobre el hormigón fresco, del que podemos decir que constituye la base u origen de los diferentes tipos de hormigón que existen.
¡Empezamos!
¿Qué es el hormigón fresco?
Se llama hormigón fresco al hormigón que por su plasticidad puede moldearse, aunque esto no es permanente.
Ese tiempo va desde que el hormigón se crea hasta que se inicia el fraguado del cemento. A su vez, este tiempo es completamente variable porque depende de los aditivos usados, la temperatura, la dosificación de agua, la clase de cemento utilizado y otros factores.
El hormigón fresco constituye un material heterogéneo, porque lo podemos encontrar hasta en 3 estados:
- Sólido: Cuando se mezcla el cemento y los áridos (de naturaleza y dimensión variables).
- Líquido: Con el aporte de agua.
- Gaseoso: El aire ocluido del amasado en la hormigonera y la inclusión de los aditivos.
Propiedades del hormigón fresco
El hormigón fresco es el resultado inmediato del amasado de sus ingredientes. Desde el momento en el que se produce la mezcla completa, se van produciendo reacciones químicas que le dotarán de sus características finales, como su destacada dureza.
«Esas reacciones en el hormigón se pueden producir hasta años después del amasado.»
Las principales propiedades del hormigón fresco son las siguientes.
Consistencia
Es la capacidad que ofrece el hormigón fresco para deformarse. Se mide a través del descenso en centímetros con el ensayo del cono de Abrams.
Ensayo del Cono de Abrams
Entre todos los ensayos que existen para medir la consistencia del hormigón fresco, el que más se utiliza es el Cono de Abrams.
«Consiste en llenar con hormigón fresco un molde troncocónico de 30 cm de altura.»
La reducción de altura producida cuando la mezcla se desmolda es la medida que define la consistencia.
Hay que recordar que algunos hormigones se clasifican por su consistencia, por lo tanto, este ensayo es muy importante.
Docilidad
Es la trabajabilidad del hormigón fresco, su capacidad para ser desplazado de un lugar a otro con los medios que tengamos.
Homogeneidad
Constituye la característica de distribución de todos los ingredientes del hormigón en similares proporciones.
Masa específica
Es la relación entre la masa del hormigón fresco y su volumen ocupado. Se puede medir con el hormigón sin compactar o compactado.
Tiempo abierto
Período de tiempo que transcurre entre el amasado del hormigón y el principio del fraguado. Determina la capacidad de manipulación del hormigón sin mermar sus características.
Características del hormigón fresco
Estas son las características de las que goza el hormigón fresco.
Fácil de aplicar
Después de hacer la mezcla, tan solo tenemos que distribuirla de forma homogénea y alisarla. Más adelante, veremos algunos modos para aplicarlo.
Requiere ciertos cuidados
A pesar de que sea fácil de aplicar, es necesario tenerlo en constante movimiento y húmedo para que no se seque y se vuelva inservible.
Fácil de desplazar
Se puede llevar de un lado a otro con una carretilla, cubo u hormigonera.
Composición del hormigón fresco
Para obtenerlo, necesitamos 3 ingredientes fundamentales con los que hacen la mezcla: agua, arena o grava y cemento, los cuales se van adhiriendo entre ellos, hasta formar el hormigón.
Cemento
Formado generalmente por arcillas y calizas, que le dan efecto aglutinante al cemento. El cemento, al entrar en contacto con el agua, se endurece y, para mantener fresco al hormigón, debe estar continuamente hidratado.
Agua
Es el elemento que activa el cemento para unirse con los otros ingredientes, además de posibilitar la salificación del cemento. Si se agrega demasiada agua, el hormigón disminuye su resistencia y dificulta su manejo.
Áridos o grava
Los áridos como la arena de sílice, son los encargados de aportar durabilidad y fortaleza, por lo que su utilidad en la mezcla es fundamental. Tampoco debemos verter demasiada cantidad. La correcta cantidad potencia las propiedades y características del hormigón, haciéndolo más duradero y resistente.
Usos del hormigón fresco
Una vez que ya tengamos la mezcla lista, puede ser utilizada para muchos fines. Vamos a analizar algunos de ellos.
Construcción de viviendas
Se puede utilizar para pegar ladrillos o tabiques, rellenar muros, crear los cimientos de la construcción o cubrir techos.
Producción de elementos de construcción
Constituye de los usos que mayor cantidad de hormigón fresco necesita. Algunos ejemplos pueden ser tabiques homogéneos que se fabrican en masa que, asimismo, mejora la eficiencia en la producción.
También se fabrican elementos como soportes, vigas o placas.
Estructuras grandes
Del mismo modo que podemos obtener vigas, columnas o soportes, también se emplea en la construcción de puentes o viaductos.
Otro de sus usos es la obtención del hormigón pretensado. Esto hace que la construcción de edificios sea más rápida a otros métodos convencionales.
También se utiliza en muros de carga o estructuras de techos.
Caminos y suelos
Dentro del hormigón fresco, hay uno específico diseñado para la construcción de caminos, pavimentos y carreteras, el cual se llama hormigón hidráulico. Su principal característica es la de resistir las fuerzas de tracción y el peso.
Este hormigón hidráulico es fácil de manejar y tiene una mezcla especial.
¿Cómo se puede verter o aplicar el hormigón fresco?
Se puede aplicar de muchas formas. Existen distintas técnicas a emplear, las cuales se ajustan a determinados requerimientos de la construcción o edificación a levantar.
El que creemos nosotros que es el método más usado es el vertido por una manguera. De este modo, el hormigón se agrega directamente a un “recipiente”, que recibe el nombre de encofrado.
Esta técnica se utiliza más en edificaciones que no precisan de grandes cantidades de hormigón.
Otro modo de aplicarlo es con la hormigonera, dónde se produce la mezcla y fabricación del hormigón.
La hormigonera cuenta con un brazo que vuelca la máquina para aplicar el hormigón de forma sencilla y rápida.
En el caso de que la obra sea muy grande, a la hormigonera se le puede añadir una bomba de concreto, que facilita su aplicación y distribución.
Conclusiones
No existe ahora mismo un material más moldeable, seguro, duradero, económico y versátil que el hormigón fresco.
Gracias a él, muchas edificaciones y obras se han levantado con total garantía de seguridad, desde elementos de decoración y viviendas, hasta obras de mayor envergadura como tuberías, pavimentos, aceras, caminos o puentes, así como soportes y vigas.
El hormigón fresco lo puedes hacer tu mismo en casa, porque cuenta con la ventaja de que sus ingredientes son muy fáciles de encontrar y obtener.
Referencias
Estos son algunos documentos oficiales y webs a las que hemos recurrido para la elaboración del artículo.
- ocw.bib.upct.es
- construmatica.com
- juntadeandalucia.es