Para responder a esta pregunta, primero hay que preguntarse ¿por qué los suelos de hormigón deben de tener juntas? ¿por qué no verter el hormigón sobre la malla de acero en una gran extensión?
La respuesta es el agrietamiento. La realidad es que una sola pieza de hormigón de gran tamaño está sujeta a una serie de fuerzas.
- En primer lugar, el secado del hormigón puede causar grietas.
- En segundo lugar, la variación de temperatura causará grietas.
- Además, el agrietamiento puede ser causado por el movimiento del suelo bajo el hormigón.
- Finalmente, las cargas pesadas colocadas en el suelo de hormigón por las personas, las estructuras y la maquinaria podrían causar grietas.
El enfoque tradicional para hacer frente a las grietas que tienden a aparecer en los suelos de hormigón consiste en hacer uso de placas de hormigón. Estas placas suelen ser rectangulares de unos 6 m de ancho. El espacio entre las placas de hormigón se conoce como juntas. Estas juntas son básicamente grietas planificadas.
El problema es que las juntas, dejadas como están, pueden empezar a resquebrajarse y crear polvo. Las juntas pueden acumular desechos y residuos, lo que las hace antihigiénicas. Además, estas uniones se ven bastante feas.
¿Podemos crear un piso sin juntas? La respuesta es sí.
Dos maneras de hacer suelos sin juntas
Hay dos soluciones para el problema del pavimento con juntas:
Si hay un suelo preexistente con juntas, se puede crear una superficie sin juntas rellenando las juntas con resina epoxi.
Hoy en día si se planea construir un nuevo suelo, se pueden crear placas más grandes de más de 30m, colocando el suelo con fibras de acero, conocido como hormigón armado o reforzado con fibras de acero.
Suelo de resina sin juntas
En este procedimiento, las juntas entre las placas de hormigón se rellenan con resina haciendo que el suelo parezca una superficie contigua.
- En primer lugar, las juntas se limpian de escombros y polvo.
- Luego, las juntas se rellenan con una resina epoxídica flexible del mismo color que el hormigón que lo rodea.
- Finalmente, las juntas se recortan para dejar un bonito acabado sin fisuras.
Este es un método rentable. Sin embargo, en entornos difíciles donde el suelo está sometido a un uso intensivo, las juntas pueden necesitar ser reemplazadas cada diez años más o menos.
Hormigón reforzado con fibra de acero
Es la MEJOR BASE que puede tener para construir un suelo sin juntas. El suelo de fibra de acero le permite crear losas de más de 30 m.
El límite de la tecnología actual del hormigón reforzado con fibra de acero (SFRC) para uso interior es de unos 60 m.
Sin embargo, se ha colocado un suelo exterior sin juntas de fibra de 50.000m² en un solo vertido en el puerto de Brisbane, Australia.
La técnica consiste en mezclar fibras de acero de alta resistencia (60 mm x 1 mm) en la mezcla de hormigón.
Esta mezcla se vierte del mismo modo que un suelo de hormigón tradicional. Las fibras impiden la formación de grietas en el hormigón.
Uno de los inconvenientes del SFRC es la posibilidad de que algunas fibras sobresalgan de la superficie del hormigón.
Una solución para los suelos de hormigón es añadir un tratamiento de «dry shake» durante el curado.
El «dry shake» es una mezcla granular de cemento, árido molido, pigmento y endurecedor superficial que se extiende por la superficie del hormigón nuevo durante el curado.
A continuación, el hormigón se fricciona para obtener una superficie lisa.
Hay una serie de beneficios significativos que resultan del uso del SFRC sobre el suelo de hormigón.
- Con el SFRC hay un riesgo significativamente reducido de agrietamiento.
- El suelo se puede colocar sin juntas de expansión y, por lo tanto, es más fácil de mantener y limpiar.
- El suelo puede ser hasta un 50% más delgado que el suelo convencional, lo que significa que el SFRC es significativamente más barato.
Terminando el suelo con el tratamiento BECOSAN®
Sea cual sea el método aplicado, querrá un acabado de suelo sin juntas de primera clase. Utilizamos el tratamiento BECOSAN® para sacar el máximo partido a su suelo de hormigón.
El SISTEMA BECOSAN® utiliza almohadillas de diamante para pulir el suelo con un acabado de alto brillo para que se sienta como un cristal al tacto.
Sin embargo, sigue siendo hormigón y el desgaste dañará la superficie y producirá polvo si no se trata.
Para contrarrestar esto, aplicamos el Densificador de Hormigón BECOSAN®, que se une a la cal del hormigón para hacerlo resistente a la abrasión y más resistente al desgaste.
Por último, aplicamos el Sellador de Hormigón BECOSAN®, que hace que el suelo sea resistente a los derrames de líquidos.
Un suelo de hormigón tratado con BECOSAN® durará muchos años y ofrecerá una superficie comparable a la de cualquier suelo de mármol a un precio mucho menor.
