El hormigón es un material de construcción muy utilizado. Material necesario para la construcción de losas de hormigón armado.
Su composición consiste en arena de silice, cemento, agua y grava (a veces también piedra triturada o molida), y a veces se añade algún elemento adicional para añadir alguna característica extra. La mezcla puede hacerse a mano o en una máquina (una hormigonera).
La variación en la proporción de los elementos utilizados para hacer esta mezcla determinará el resultado final. Una mezcla que tenga más agua será más fácil de manejar, mientras que una con una mayor proporción de cemento generará más durabilidad. La elección dependerá del objetivo que se persiga.
El tamaño de los granos utilizados dependerá de lo que se esté buscando. Hay varios tipos de acabados que se pueden llevar a cabo en las losas de hormigón.
Si la grava es fina, se obtendrá un acabado más suave y podrá ser pulida con menor esfuerzo. La grava gruesa o las piedras trituradas se utilizarán cuando el objetivo sea crear algo rústico que no necesite de un proceso final para mejorar la estética de la estructura que se esté diseñando. Esto no influirá en la calidad del resultado, será sólo algo estético y que ofrecerá diferentes características de uso.
El efecto de suavidad se suele utilizar en interiores donde se busca un acabado refinado y delicado. Los granos gruesos de la grava se utilizan más en exteriores, donde la rugosidad no es un problema.
Para utilizar el hormigón hay que hacer un molde en el que se vierta la mezcla. Los moldes se utilizan para la construcción de un piso y pilares. Lo más común es que este molde tenga vigas de acero en su interior para generar resistencia en la losa.
¿Qué es un suelo de hormigón armado?
Un suelo de hormigón reforzado es el que está hecho de una losa, que es una placa plana de hormigón, que tiene ambas superficies paralelas entre sí y en su interior tiene vigas de acero que soportan la estructura.
Un aspecto a destacar es que si se incorporan barras de acero al hormigón, se forma lo que se conoce como hormigón armado. Este tipo de hormigón es ideal para su uso en construcciones que requieren una gran durabilidad.
Cómo diseñar una losa de hormigón armado
Cada losa de hormigón reforzado debe pasar por un proceso de construcción que si bien no es complejo, si debe de seguir unos pasos de forma estricta. Antes de empezar a hacer la mezcla de hormigón, hay que preparar el terreno donde se va a colocar la losa de hormigón. Los pasos a seguir son:
- Eliminar todos los elementos de la planta.
- Aplanar el suelo. Si es necesario rellenar alguna parte del terreno para nivelarlo en las partes bajas, es mejor utilizar caliche (un tipo de roca sedimentaria) porque es fácil de compactar. Las partes superiores se nivelan cavando. Este paso es esencial para hacer la losa completamente plana.
- Encuentra el nivel de humedad adecuado. Si hay demasiada humedad, el suelo será una masa viscosa, lo que hará que la estructura sea inestable. Si hay muy poca humedad, el suelo podrá romper. Según el tipo de suelo, hay que encontrar el nivel de humedad óptimo. Hay que añadir agua o airear el suelo para subir o bajar el nivel de humedad.
- Compactar el suelo. Después de determinar las zonas donde se utilizará el caliche, las capas que se añadan deben ser muy finas para que puedan ser compactadas con rodillos. Cada nueva capa en la parte superior debe ser muy delgada y a continuación se deberá utilizar el rodillo, hasta que se alcanza el nivel deseado. Este proceso le dará estabilidad al suelo.
Hacer todos estos pasos en el orden correcto es importante para la estabilidad de la losa de hormigón armado.
Después de que el suelo esté adecuadamente preparado, se debe hacer el molde de madera. Posteriormente, se colocan en el interior las vigas de acero con un diámetro de 4 o 6 mm, en forma de malla.
Entre las vigas puede haber una separación de 15 x 15 cm o 15 x 25 cm. La función de esta malla es distribuir el peso de la estructura y ofrecer resistencia contra las grietas que podría sufrir la losa de hormigón reforzado.
El espesor recomendado para cada placa de hormigón reforzado variará dependiendo de la resistencia deseada:
- Baja resistencia, apta para el peso de las personas: 10-12 cm.
- Resistencia media, adecuada para vehículos ligeros: 13-15 cm. Es esencial hacer la junta de expansión de la losa de hormigón armado.
- Alta resistencia, apta para maquinaria pesada: 16 o más cm.
Después de terminar el vertido de la mezcla, se pueden crear acabados rugosos o crear la junta de expansión de la losa de hormigón armado, que es un proceso recomendado para los suelos que van a estar sometidos a mucho peso. Es preferible hacer este trabajo con hormigón fresco, sin secar, porque después será más difícil de hacer.
Después de que la losa de hormigón armado se haya secado, es aconsejable hacer un proceso posterior de tratamiento de hormigón, adecuado para generar resistencia al agua y a la abrasión. El resultado será un suelo de losa de hormigón armado de alta calidad.
Ventajas de la losa de hormigón armado
- Durabilidad. Una losa de hormigón armado puede durar indefinidamente, si se mantiene adecuadamente.
- Resistencia. El hormigón es un material casi imposible de dañar, incluso en condiciones extremas. Si se somete a demasiado peso, sólo hay que crear la junta de dilatación de la losa, y se mantendrá en perfectas condiciones. Incluso es resistente al fuego durante 3 horas.
- Fácil mantenimiento. El hormigón se puede limpiar con productos neutros y permanecerá en perfecto estado.
- Versatilidad. La superficie que queda en una losa de hormigón es plana. Es posible colocar cualquier estructura en su parte superior.
- Accesibilidad. Los materiales son fácilmente accesibles en cualquier parte del mundo.
- Aplicaciones estéticas. Hay una gran variedad de formas que se pueden aplicar a una losa de hormigón armado. Las juntas, si se van a usar con fines estéticos, pueden tener cualquier diseño. Y hoy en día se utilizan algunos productos químicos para colorear el hormigón. El uso de la losa de hormigón armado está muy extendido en las estructuras arquitectónicas que buscan dar prioridad a la estética sin descuidar la calidad.