En ocasiones el pavimento utilizado en las industrias no suele ser tan vistoso o agradable para el uso cotidiano. Esto se convierte en una cuestión especial cuando el pavimento está a la vista de clientes y personas ajenas a la empresa o comercio donde el suelo industrial esté situado.
Una opción rentable para proteger la solera de hormigón y para agregar valor estético a los espacios, es el suelo laminado industrial, fácil de colocar y remover. Este suelo laminado ofrecerá más o menos los beneficios de un pavimento industrial, así como también podrá ofrecer la sensación del suelo en el hogar.
Si bien, se debe aportar como dato, que al suelo laminado no se le puede considerar un pavimento para uso industrial al 100%. Todo dependerá del uso que vaya a tener dicho suelo y en qué tipo de industria o comercio va a ser colocado.
La diferencia crucial de esta clase de suelos, es que están conformados de múltiples capas con características que le ofrecen mayor resistencia o durabilidad, dependiendo de los beneficios que se deseen aprovechar.
Generalmente, las capas más superficiales de estos suelos laminados industriales imitan la apariencia de distintos materiales, es frecuente encontrarse con suelos laminados que se asemejen al suelo de madera.
Aunque también pueden encontrarse con aquellos que imiten el hormigón pulido o a las cerámicas.
Cada uno de estos suelos tiene un número particular de capas para adecuarse a las condiciones de uso, pero es común encontrársele con las siguientes capas:
La norma EN 13329 fue creada por la Asociación de Fabricantes Europeos de Suelos Laminados (EPLF)
Distintos comercios cuando comienzan a organizar sus locales y establecimientos, buscan una opción rápida y económica para recubrir su solera de hormigón.
En especial si se trata de ambientes pequeños o con tráfico frecuente de personas, lo ideal es proteger el hormigón ante el uso constante.
Cuando se estima que no hay tiempo de aplicar resinas o algún otro tratamiento para los suelos, se procede a colocar los suelos laminados, del cual uno de los principales atractivos es la rápida instalación.
El hecho de que pueden imitar diversas clases de suelos, lo hace uno de los más usados para ambientar espacios y generar mayor comodidad ante visitantes o clientes, en locales comerciales y empresas que reciban grandes cantidades de personas en sus instalaciones.
Si bien esta clase de pavimento industrial es uno de los más fáciles de aplicar y limpiar, no se debe descuidar en ningún momento las condiciones bajo las cuales se llevará a cabo la colocación del suelo laminado.
La solera de hormigón sobre la que repose el suelo laminado debe estar en perfectas condiciones, por lo que se deben reparar grietas y fisuras en el hormigón.
También es necesario controlar las condiciones bajo la cual se almacenan las láminas antes de su aplicación.
Esto se debe a que éste es un suelo con componentes de madera, por lo que se debe tener cuidado con las variaciones de temperatura y humedad. Además, es necesario prever que el sustrato de suelo inferior esté totalmente seco y nivelado al momento de su instalación.
Todo material tiene un potencial beneficioso y factores que pueden afectar de cierta manera a su naturaleza, por lo que antes de invertir en un pavimento industrial, se debe hacer un pequeño estudio de las ventajas y desventajas de cada material a utilizar.
Aunque a corto plazo los suelos laminados sean una gran alternativa para los espacios de uso industrial, se deben tener en cuenta los escenarios y elementos no tan positivos con lo que se pueden topar a futuro quienes decidan inclinarse por estos materiales.
Si lo deseas, puedes obtener más información sobre otros tipos de suelos industriales en nuestra página Pavimentos Industriales.