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¿Qué es un pavimento rígido?

En ingeniería viaria y en pavimentos industriales, se denomina pavimento rígido al firme cuya capa de rodadura y capa estructural principal está formada por hormigón de cemento (normalmente hormigón de cemento Portland), dispuesto en forma de losa apoyada sobre una base o subbase.

Su alta rigidez hace que la losa de hormigón asuma casi toda la carga, que las tensiones que llegan a la subrasante estén muy amortiguadas y que la deformación plástica acumulada sea mucho menor que en pavimentos asfálticos.

En la normativa española, los firmes rígidos se definen precisamente como aquellos “cuyo pavimento es de hormigón”.

Clasificación general de los pavimentos por rigidez

De forma clásica, los firmes se clasifican en:

  • Pavimentos flexibles (mezclas bituminosas/asfalto).
  • Pavimentos semirrígidos (capas tratadas con cemento + mezclas bituminosas).
  • Pavimentos rígidos (hormigón).
  • Pavimentos articulados (adoquines, losas prefabricadas).

Este artículo se centra en los pavimentos rígidos y en aquellos sistemas muy próximos (pavimentos industriales de hormigón, adoquines de hormigón, etc.) que comparten un comportamiento estructural similar.

Estructura típica de un pavimento rígido

Aunque el detalle varía según se trate de carreteras, puertos o naves industriales, la estructura típica incluye:

  1. Subrasante:terreno natural compactado que actúa como cimiento del firme.
  2. Subbase granular: capa de material granular (zahorra, gravas) que mejora la capacidad portante y homogeneiza el apoyo.
  3. Base (opcional): en carreteras puede emplearse una base de hormigón magro, material granular mejorado o capas tratadas con cemento.
  4. Losa de hormigón de firme: capa principal resistente de hormigón HF (según PG-3 en España), con resistencia característica a flexotracción definida y diseñada específicamente para uso como pavimento.

En pavimentos industriales de hormigón, la estructura acostumbra a simplificarse a: subrasante preparada + subbase granular + losa de hormigón de espesor adecuado (a menudo entre 15 y 25 cm o más, según cargas y uso).

Pavimentos rígidos en entornos industriales y logísticos

En plataformas logísticas, naves industriales y centros de distribución, el pavimento rígido más habitual es la losa de hormigón continuo, con o sin armadura, diseñada para soportar tráfico de carretillas elevadoras y AGVs, cargas puntuales elevadas (estanterías, racks, maquinaria), y tráfico pesado ocasional (camiones, contenedores, etc.).

En este contexto, tiene mucho sentido trabajar con una empresa de pavimentos de hormigón especializada en diseño y ejecución de pavimentos industriales, que no solo dimensione la losa, sino también el sistema de juntas, el acabado superficial, la planeidad y la compatibilidad con el uso previsto.

Comportamiento estructural de los pavimentos rígidos

Los pavimentos rígidos se caracterizan por:

  • Alto módulo de elasticidad del hormigón → la losa funciona como una placa que reparte las cargas en un área amplia.
  • Menor sensibilidad a deformaciones permanentes de la subrasante (comparado con pavimentos asfálticos).
  • Menor necesidad de espesor de capas inferiores para conseguir la misma capacidad estructural.
  • Presencia de juntas de contracción, construcción y, en su caso, expansión, para controlar la fisuración.

Este comportamiento hace que sean especialmente adecuados para tránsitos pesados y repetitivos, zonas de frenada/arranque intensos y en áreas donde se busca rigidez, estabilidad dimensional y durabilidad.

Principales tipos de pavimentos rígidos de hormigón

La clasificación más extendida, basada en la armadura y en las juntas, distingue grandes familias:

Pavimento de hormigón simple con juntas (JPCP)

Losa de hormigón sin armadura longitudinal continua (puede tener malla ligera de reparto), siendo controlada la figuración mediante juntas de contracción serradas o moldeadas a distancias regulares (típicamente 4–6 m en carreteras, variables en industria).

Uso habitual en carreteras y calles urbanas y en pavimentos industriales de pequeñas y medianas luces.

Pavimento de hormigón armado con juntas (JRCP)

Se trata de una losa de hormigón con armadura dispersa (barras o malla) que permite aumentar la separación entre juntas, pero sin eliminarlas por completo. Esta mejora el control de la fisuración y la distribución de tensiones. Es aplicable en viales de tráfico pesado y en superficies industriales con luces intermedias.

Pavimento de hormigón armado continuo (CRCP o CAC)

Consiste en una losa continua con armadura longitudinal continua que suprime las juntas transversales de contracción.

La fisuración se distribuye en fisuras finas, controladas por la armadura.

Muy utilizado en autopistas de alto tráfico y en tramos especiales con exigencias elevadas de confort y durabilidad.

Pavimentos rígidos en el ámbito industrial

Aunque estructuralmente siguen siendo pavimentos rígidos de hormigón, en el mundo industrial aparece una subclasificación según el tipo de refuerzo y el sistema de juntas:

Losas de hormigón armado tradicional

Se trata de una losa de hormigón apoyada sobre subbase granular, con armadura tradicional (barras/mallas), con juntas de contracción y construcción cada cierta distancia, diseñadas según cargas y retracciones esperadas.

Muy usado en naves logísticas estándar y en talleres, centros de producción, almacenes.

Losas de hormigón reforzado con fibras (HRF)

Reemplazo parcial o total de la armadura convencional por fibras metálicas o sintéticas. Estas permiten reducir la cantidad de barras, aumentar el tamaño de los paños y disminuir juntas y mejorar el comportamiento ante impactos y cargas puntuales.

Este tipo de losa es muy frecuente en plataformas logísticas de alto rendimiento y patios de maniobra para camiones y contenedores.

Pavimentos articulados de adoquines y losas prefabricadas

Aunque la clasificación formal sitúa los pavimentos articulados como un tipo distinto, en la práctica se emplean adoquines de hormigón y losas prefabricadas que trabajan sobre una base granular, con juntas rellenas de arena o mortero.

El comportamiento estructural global combina cierta flexibilidad en las juntas con una gran rigidez de las piezas, por lo que a menudo se consideran una solución intermedia entre rígidos y flexibles.

Se utilizan en calles urbanas y zonas peatonales, y en áreas industriales donde se requiere pavimento desmontable o de fácil reposición.

Pavimentos Articulados De Adoquines

Requisitos del hormigón para pavimentos rígidos

En España, el PG-3 (Artículo 550) establece requisitos específicos para el hormigón de firmes:

Se designa como HF (Hormigón de Firme) seguido de la resistencia característica a flexotracción a 28 días, medida en probetas prismáticas.

Se fijan mínimos de resistencia mecánica, límites de consistencia, contenido mínimo de cemento y requisitos de durabilidad y dosificación según exposición.

En pavimentos industriales, distintos manuales recomiendan contenidos de cemento típicamente en el rango de 300–360 kg/m³ para acabados de alta calidad, hormigones de baja contracción o incluso contracción compensada en suelos muy exigentes y un control estricto del curado para reducir la fisuración por retracción.

Acabados superficiales en pavimentos rígidos

El núcleo estructural (losa de hormigón) puede recibir distintos acabados superficiales, según el uso:

  • Acabado fratasado o broom finish (rayado) para mejorar la adherencia en exteriores.
  • Tratamientos endurecedores superficiales, morteros secos, toppings cementosos.
  • Acabados pulidos mediante sistemas de lijado y pulido mecánico, especialmente en interiores industriales y comerciales.

Dentro de estos últimos, los suelos de hormigon pulido para interiores se han consolidado como una solución muy demandada por su elevada resistencia al desgaste y al polvo, su facilidad de limpieza y mantenimiento y el comportamiento frente a tráfico de carretillas, palets y estanterías industriales.

En cualquier caso, el acabado no cambia la naturaleza estructural del sistema: sigue siendo un pavimento rígido de hormigón, al que se le añade una capa funcional optimizada para el uso final.

Ventajas y desventajas de los pavimentos rígidos frente a los flexibles

Ventajas

  • Mayor vida útil frente a deformaciones permanentes (roderas, ahuellamientos).
  • Menor dependencia de la temperatura (no se ablanda con el calor igual que el asfalto).
  • Menor mantenimiento rutinario en condiciones de diseño adecuadas.
  • Mayor reflectancia (albedo), que mejora la visibilidad nocturna en carreteras y naves.

Desventajas

  • Coste inicial normalmente superior al de un pavimento flexible equivalente.
  • Necesidad de un diseño y ejecución muy cuidadosos de las juntas para evitar patologías (roturas de esquinas, “blow-ups”, fallos de transferencia de carga).
  • Reparaciones más complejas y visibles que en pavimentos asfálticos (aunque de menor frecuencia si el diseño es correcto).

Ámbitos de aplicación de los pavimentos rígidos

Los pavimentos rígidos se emplean donde se requiere una combinación de alta capacidad portante, durabilidad y estabilidad:

  • Carreteras y autopistas de tráfico intenso, especialmente carriles de vehículos pesados o tramos de frenada.
  • Aeropuertos (pistas, plataformas, calles de rodaje) por su resistencia a cargas de aeronaves y combustibles.
  • Puertos y terminales de contenedores, con cargas muy concentradas y tráfico de RTGs, reach stackers, etc.
  • Plataformas logísticas y naves industriales, con flotas de carretillas, estanterías y cargas concentradas.
  • Viales urbanos, glorietas, paradas de autobús y gasolineras, donde el tráfico pesado y los esfuerzos de frenado hacen muy recomendable el hormigón.

Conclusión

En resumen:

Un pavimento rígido es, esencialmente, un sistema estructural basado en una losa de hormigón capaz de repartir de forma muy eficiente las cargas del tráfico.

Abarca desde carreteras de hormigón hasta pavimentos industriales de alto rendimiento, pasando por soluciones reforzadas con fibras y sistemas articulados de adoquines de hormigón.

Su correcta diseño estructural, elección de hormigón, detallado de juntas y acabado superficial es lo que marca la diferencia entre un pavimento problemático y una solución robusta a largo plazo.

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