Por experiencia, sabemos que el pavimento slurry constituye uno de los suelos más versátiles existentes en el sector.
Aunque posea una extraña denominación, ampliamente desconocida para la mayoría, cuenta con una amplitud de aplicaciones.
Por empezar (y la lista es muy larga), podemos mencionar:
- Pavimentos industriales.
- Carreteras y obra civil.
- Pavimentos de instalaciones deportivas.
- Arcenes.
- Medianas.
- Rutas ecológicas.
- Plantas industriales.
- Carriles bici.
- Vías peatonales.
- Zonas de estacionamiento.
- Isletas
- Etc.
En este artículo, os desglosaremos todo lo que necesitas saber acerca de los pavimentos Slurry: descripción, ventajas, aplicación, etc., para que te conviertas en un verdadero experto.
¿Listo? ¡Empezamos!
¿Qué es el Pavimento Slurry?
Bueno, para responder a esta pregunta, se necesita un poco de precaución, ya que existe mucha confusión en este término, debido a que los profesionales del sector usan esta palabra para referirse a materiales diferentes.
También se le conoce como micro-aglomerado en frío o lechada bituminosa, aunque estos términos son menos populares.
Pero, en general, se entiende como pavimento Slurry a todo aquel que forme un mortero, aplicado en distintas capas, con consistencia de lechada fabricado mediante emulsión de resina sintética, árido de granulometría seleccionada y pigmentos.
Estos pigmentos serán los que luego darán el color que desees, desde el color gris o azul empleado en garajes, hasta el granate o rojo empleado en pistas deportivas o carriles bici.
Se utiliza cuando queremos asegurarnos de que el pavimento tendrá un buen estado durante mucho tiempo.
Constituye una solución eficiente, eficaz, ecológica y muy económica a problemas no estructurales de, por ejemplo, carreteras, aportándole mejoras de impermeabilidad, resistencia al deslizamiento o textura superficial, entre otros.
Podría decirse que funciona como una capa protectora, al evitar deformaciones causadas por cargas.
¿Cuáles son las ventajas de la instalación del pavimento slurry?
Sus propiedades principales son:
- Impermeabilidad.
- Durabilidad.
- Antideslizante.
- No es inflamable.
- Versatilidad.
Esto lo convierte en un suelo idóneo para la regulación de superficies y, asimismo, al tratarse de un pavimento, cuenta con la ventaja extra de que puede convertirse en otro factor de decoración, porque puede tener distintos colores.
En lo referente a su mantenimiento, podemos decir que es muy resistente a la abrasión y puede aguantar perfectamente las condiciones que supone estar al aire libre.
Otra de sus ventajas es que se trata de un producto muy económico y, sin duda alguna, uno de los más demandados del mercado.
Si necesitas instalar un pavimento con resistencia a condiciones extremas y cambios de temperatura, sin duda alguna, la elección de un Suelo slurry es una buena opción, porque además es muy sencillo de instalar y, una vez está instalado, su mantenimiento es muy reducido y se ejecuta de forma periódica.
Variantes del pavimento slurry: slurry sintético y slurry asfáltico
Aunque las diferencias entre ellos son muy pequeñas, es cierto que sus usos son más recomendados en diferentes situaciones.
Es por ello que el lugar de su instalación debe de estar muy bien revisado, ya que su uso puede no ser correcto.
¿Cómo se aplican?
A continuación, vamos a explicar como se instalan los pavimentos Slurry sintéticos y asfálticos.
Suelo Slurry sintético
Para empezar, se limpia el soporte en el lugar donde se vaya a implementar el material.
De este modo, conseguimos una superficie exenta de humedad y polvo, limpia y con cohesión. Posteriormente, se deja secar la superficie y el producto se homogeneiza amasándolo ligeramente.
Para llevar a cabo su extensión, se hace por capas uniformes y finas con una rastra de goma y se va dejando secar completamente.
¡MUY IMPORTANTE!: No se puede añadir agua al material, porque perderá sus propiedades de cohesión.
Suelo Slurry asfáltico
En primer lugar, debes asegurarte de que la superficie se encuentra libre de materiales contaminantes, limpia y sana.
En definitiva, preparada. Con anterioridad a la aplicación del producto, debes agitarlo para que quede homogeneizado a la perfección, lo cual puedes hacer tanto con un mezclador como de manera manual.
Si fuese necesario, puedes aplicar un poco de agua. Por último, con una rastra de goma, efectúa el extendido con normalidad.
En muchísimas aplicaciones lo más habitual es la combinación de estas dos clases de slurries.
El asfáltico se emplea mayormente para la regularización de superficies y, posteriormente, al ser más resistente a la abrasión, se utiliza el sintético.
Esto ha sido un «breve resumen» sobre los suelos Slurry. Por supuesto, hay muchísima más información de interés sobre ellos que os iremos relatando en siguientes artículos.
Si te resulta de interés, en el siguiente enlace puedes conocer más sobre otros tipos de pavimentos industriales, incluido el hormigón pulido.