Silicato de litio para suelos: ¿por qué se utiliza?
El uso del silicato de litio para hormigón ha reemplazado en muchos casos a endurecedores tradicionales como el silicato de sodio o potasio. Su formulación más estable permite una absorción más rápida y eficaz, reduciendo tiempos de trabajo y mejorando el resultado final. Además, es especialmente adecuado para suelos sometidos a exigencias elevadas, como los de naves logísticas, plantas de producción o centros de distribución.
En superficies tratadas con litio se consigue una densidad superficial que no solo mejora la resistencia al desgaste, sino que también favorece la reflexión lumínica y reduce la necesidad de mantenimiento correctivo.